COLECCIÓN GUERON: EL DESCUBRIMIENTO DE LOS INCONFORMISTAS RUSOS

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En la decadencia del siglo XXI, y ante la sempiterna división del arte entre el antes y el después del siglo XX, todavía es tiempo de descubrir nuevos valores, nuevos estilos y nuevas disidencias, que permiten profundizar en la intensidad de movimientos artísticos, aún desconocidos dentro de la historia del arte, pero que sin lugar a dudas, forman parte del mismo, gracias a apasionados coleccionistas que se sienten cautivados por la magnitud de las obras, y por las personalidades de sus creadores.

 

Tal es el caso de la colección Gueron de Inconformistas rusos, que la ciudad de Mataró, a través de la gestión realizada por la Fundació Carme i Lluis Bassat, presenta entre los meses de junio a enero del 2016 en la capital del Maresme

 

La exposición “Colección Jean-Jacques Guéron. Arte Inconformista Ruso” reúne en la Nau Gaudí de Mataró 125 obras -entre cuadros y esculturas-, de la Colección Guéron, una de las más importantes selecciones privadas de arte ruso y la más completa y representativa de los artistas Chemiakin y Yankilevsky, así como de los períodos iniciales del llamado “arte inconformista ruso”. La muestra presenta también 52 obras totalmente inéditas, siendo esta la primera vez que se exponen al público.

 

El coleccionista Jacques Geron con obras de Vladimir Yakovlev.
El coleccionista Jacques Geron con obras de Vladimir Yakovlev.

 

Es esta la tercera vez que esta colección visita España. La primera fue en Pamplona, concretamente en la sala de exposiciones de la Caja Navarra, en Castillo de Maya, viajando con posterioridad a Torrelevega (Santander).

 

En esta ocasión, se exhibe una clasificación mucho más profusa y completa de la misma, incluyendo además el tríptico Retrato de Rembrandt, de Mihail CHEMIAKIN, propiedad de Lluís Bassat, que, tal como comentó en la rueda de prensa de presentación de la muestra, es la primera vez que puede verse exhibido, y que el propio Bassat puede contemplar en toda su extensión, ya que hasta la fecha, al no tener espacio suficiente para ser colgado, ha permanecido depositado en de forma horizontal, en paneles exprofeso.

 

Una obra que recuerda en gama cromática a la iconografía rusa, y que desde su vertiente expresionista, está plagada de crítica social e ironía política.

 

Jean Jacques Guéron empezó a tratar a jóvenes artistas desconocidos: Alexander Arefiev, Eric Boulatov, Grisha Bruskin, Mihail Chemiakin, Ilya Kabakov, Alexander Kharitonov, Dmtri Krasnopevtsev, Valentina Kropivnitskaia, Eugeny Kropivnitski, Lydia Masterkova, Eugeny Mikhnov-Voitenko, Vladimir Nemukhin, Alexander Ney, Anatoly Poutiline, Oscar Rabine, Mikhail Shvartsman, Eduard Steinberg, Oleg Tselkov, Vladimir Weisberg, Vladimir Yakovlev, Vladimir Yankilevsky, Boris Zaborov, Eduard Zélénine, Anatoly Zverev., y fue adquiriendo una obra muy purista, repleta de crítica, no exenta de aislamiento, realizada desde la perspectiva de quienes, incomprendidos y denostados en su propio país, no soñaban ni siquiera con exponer sus obras.

 

Hoy en día los lienzos de los inconformistas rusos cuelgan de las paredes de pinacotecas como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museum of Contemporary Art de Chicago, el centro Pompidou de París o el Stedelijk Museum de Amsterdam.

 

En la visita guiada que Jean Jaques Gueron realizó conjuntamente con la rueda de prensa, estuvo acompañado por uno de los artistas más admirados de la colección: Vladimir YANKILEVSKY, quien relató como el arte soviético durante la era de Stalin y Khrushov, se movía oficialmente en los parámetros del llamado “Realismo soviético”, aunque en 1962, y con 24 años expuso por primera vez en en la sala de exposiciones de la Manezh de Moscú, con motivo del treinta aniversario de la Unión de Artistas moscovitas, conjuntamente con otros artistas inconformistas, o de “estilo severo”, como definió el propio Yankilevsky.

 

Una exposición conflictiva, en la que tales artistas fueron víctimas de una conspiración realizada por los miembros de la academia rusa de bellas artes, adictos al régimen comunista, y temerosos que estos nuevos “artistas disidentes”, como también eran conocidos, pudieran desbancarles, consiguiendo estos últimos la crítica feroz del entonces secretario general del partido comunista.

 

Entre las muchas piezas de Yankilevsky que La muestra exhibe, se encuentran los cuatro lienzos de la Serie Tema, improvisación, con que el pintor ruso participó en la misma, así como el tríptico nº 16, fechado en 1997, en el que, tal como explicó Gueron: cada parte del tríptico es individual. A la derecha, el fenómeno masculino, a la derecha, el femenino y en el centro, el universo que los une. Un artista que aprovechó la Perestroika de 1989, para irse a Nueva York, y posteriormente, pasar a residir en París, como muchos, cansado de malvivir de la ilustración de libros u otros oficios.

 

De Lydia Masterkova, una de las dos mujeres del grupo, pueden verse dos singulares óleos y collage sobre madera, titulados Homenaje a Nicolás. Unas piezas de singulares simetrías y abstractas composiciones.

 

Si bien cada artista presenta unas peculiaridades específicas, es necesario señalar que el surrealismo y la tradición constructivista, así como el expresionismo eran la fuente de inspiración de este grupo “underground” para los soviéticos de los años 60 y 70. No obstante, sus obras eran conocidas por los diplomáticos extranjeros, que, según comentó Gueron en el turno de preguntas, fueron quienes dispersaron y a la vez dieron a conocer estas obras fuera de la entonces Unión Soviética, aunque el régimen comunista intentó por todos los medios, destruir las mismas.

 

Artistas como, Valentina KROPIVNITSKIA, o Oscar Rabin presentan una obra claramente de tendencia surrealista, mientras que Yankilevsky puede considerarse más constructivista, y Mihail Chemiakin se sitúa entre los dos estilos.

 

Jean Jacques Gueron se centró en estos inconformistas rusos, – de los que como grupo existe poca información, pero a nivel individual, pueden encontrarse datos sobre los mismos, y de los que en la exposición pueden verse con profusión libros de artista- , por tres razones básicas: encontró las obras, independientemente de si le gustaban o no, encontró al artista, y el taller del mismo.

 

Según informó su titular, la colección Gueron jamás ha viajado a Rusia, a pesar de que los conservadores rusos, muy jóvenes, se interesaron por estas obras, a las que calificaron de “segunda vanguardia”, y que en la actualidad conviven perfectamente con Chagall o Kandinsky.

 

Colección GUERON - Mihail CHEMIAKIN
Colección GUERON – Mihail CHEMIAKIN

 

La exposición de óleos, grabados, acuarelas y dibujos se complementa con una serie de esculturas de terracota perforada, realizadas por Alexander Ney. De formas curiosas y extravagantes, y basadas en conceptos metafísicos, atrapan al espectador tanto por su realización, como por la desbordante imaginación empleada en ellas.

 

Alexander Borovsky, Director del Departamento de Arte Contemporáneo del Museo Nacional Ruso, San Petesburgo, en la excelente y didáctica introducción del magnífico catálogo que acompaña a la muestra, resume el sentido de la colección con las siguientes palabras: Así J.J. Gueron busca en cada uno de sus artistas algo que le resulte cercano. No “pide permiso” al discurso establecido que pudo haber perdido algún detalle, preocupado por otros problemas. Y lo que resulta cercano en el arte ruso de las últimas décadas es la dramaturgia de la presentación…

 

Como muchas exposiciones pertenecientes a coleccionistas, esta muestra puede considerarse equilibrada en cuanto a artistas, ya que dentro de una misma corriente, existen puntos de convergencia como la crítica con el poder de entonces, la investigación de nuevas técnicas expresivas, y un deseo de libertad absoluto, presentando a la vez peculiaridades enigmáticas, muy características del arte ruso. Una muestra de necesaria itinerancia y difusión, para dar a conocer una parte de la historia del arte que no recogen las enciclopedias en global, y que permite entender la idiosincrasia de un país, que ha sufrido grandes avatares en su historia.

 

Marta Teixidó

Crítico de arte

www.cuadrosdeunaexposicion.com

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